jueves, 24 de noviembre de 2011

Empezar de 0.

(No todos tenéis porqué saber la razón del porqué escribo esto, ni si quiera os interesará, pero como es público, me disculpo, así que lo siento).

Me empecé a dar cuenta al conocer la filosofía, a darme cuenta de que no sé quién soy, que realmente no sé quién he sido, y no hablemos de mi ignorancia sobre quién seré. Me lleno de preguntas que me hacen reflexionar sobre cualquier cosa, que me hacen discutir interiormente conmigo misma hasta creer haber razonado esa respuesta. ¿Es real todo lo que vivimos? ¿Qué es la libertad?  ¿Qué es la felicidad? ¿Qué es el amor y cuándo se sabe si realmente se está enamorado o no?

Bien, vayamos por partes. Estas son las preguntas que más abundantemente me planteo. Mis conclusiones seguramente no coincidirán con las vuestras, son mis pensamientos, no mis ideas, quizás en un tiempo me de cuenta de que realmente estaba equivocada, reflexionaré y cambiaré mi forma de verlo, solo cuando haya reflexionado y haya “salido de la caverna”. También puede que no esté equivocada J.

Bueno, sobre la primera pregunta: “¿Es real todo lo que vivimos?”. Mi respuesta es un enorme NO LO SÉ, no encuentro la respuesta a esa pregunta, solo veo una solución posible para dar con ella, que es la muerte, y no es el momento, aunque me inquieta bastante. Me encantaría saber por qué yo actúo así, por qué los demás actúan conmigo así, por qué siento cosas que luego no puedo controlar. ¿Quién sabe si realmente el mundo es tal como lo vemos? Yo no creo en ningún Dios, ni en el karma, pero sí tengo un ligero pensamiento sobre que el destino existe y que alguien desconocido nos ha condenado a seguir sus pasos. ¿Casualidades? No tío, eso no existe, las cosas son por algo, son señales de cómo seguir el destino, son vínculos, direcciones. Cuando formulo esta pregunta a cualquiera me dicen: pellízcate. ¿Y qué? Siento dolor físico, que se acaba yendo, al igual que el dolor sentimental (¿Y a dónde coño va?), porque nada es para siempre. Cuando morimos ¿a dónde va a parar nuestro alma? Está claro que morir es parte de la vida, es el destino de todo mortal.

Continuando, hablemos sobre qué es para mí la libertad. Para mí una persona libre es la que no tiene prejuicios, que puede pensar por sí mismo y razonar, y por lo tanto actuar correctamente. La persona libre no se avergüenza de ser como es, ya sea por su físico, por su sexo, por su sexualidad, por su raza o por su personalidad, no se preocupa por lo que diga el resto, porque sabe perfectamente como es, y puede controlarlo a cierta medida si lo decide. No sigue tradiciones ni ideas que le imponen, es alguien nuevo que nace para ser único, quien tiene poco y se conforma con menos. – Hago una pequeña pausa para decir que realmente me está costando ordenar este texto, ya que creo que las dos últimas respuestas van ligadas también a esta, pero lo voy a intentar – Quien es libre, es feliz, se siente a gusto con su alrededor, con sus posesiones y, sobre todo, consigo mismo. No es fácil quererte tal y como eres, ya que siempre habrá alguien “mejor” que tú, siempre habrá quién te discrimine por cualquier mínimo defecto que vean en ti. ¿Qué coño pasa por tener defectos? La mayor imperfección es ser perfecto, nadie lo es. Todo tiene al fin y al cabo un porqué. Las cosas llegan y no avisan, no puedes perder tu valioso tiempo en buscar razones por las que vivir, porque la mayor razón de vivir es por ti mismo, por dejar de soñar y vivir tus sueños. También soy de las que piensa que para ser feliz se necesita amor, de todos los tipos (amor familiar, de amistad, de pareja, propio…). Sentirse querido es algo maravilloso, pero sentirse amado lo es aún más, auque a veces asuste. Esa sensación de saber que para alguien eres de lo más importante de su vida es como poder volar, como tener la certeza absoluta de que para algo estás en este mundo y que nunca estarás solo. Quien te ama de verdad jamás te abandonaría, no te cambiaría por alguien mejor, porque sabe que no lo va a encontrar, no te haría daño, se expresa siempre según siente. El amor no tiene barrera alguna, aunque sí obstáculos, pero para eso tiene sentido vivir, para luchar y vencer contra ellos. El amor tampoco entiende de edades, de sexos ni de físicos, si no de almas, de personas. Es algo fácil de sentir y difícil de explicar, aunque no todo el mundo puede llegar a estar seguro de haberlo sentido. Yo creo que sí, que he estado enamorada (y quizás siga), pero la distancia, en mi caso, ha hecho que la inseguridad esté presente en mí. Yo creo que se “ama” por momentos, que puedes pasar del amor al odio y viceversa de un momento a otro, por una traición o por el sufrimiento, lo que te produce la facilidad al olvido, o porque realmente no habías dado una oportunidad a esa persona para conocerla. ¿Qué es lo peor del amor? El no ser correspondido, y en este caso, amor=sufrimiento. Eso sí, nunca te arrepientas de algo que te haya hecho sonreír.

En fin, solo trato de encontrarme, de comenzar una nueva vida a partir de estos pensamientos.

¿Cuál es mi lugar? Mi mundo, aquí y ahora.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Efecto bipolar.

- Hoy me ha vuelto a hacer llorar, estoy harta ¿qué hago? ¡Joder!

+ Deberías borrarle, perder el contacto con él, no saber absolutamente nada de él y de su no impresionante vida, porque tú ya no estarás en ella, y eso le hará rabiar, se arrepentirá toda su vida de haberte dañado tanto.

- En realidad yo me lo busco, es que soy tonta. Soy una paranoica, una loca, no sé asumir un no por respuesta, me daña demasiado, no al orgullo, si no al corazón. Quizás tengas razón y se arrepienta, pero ¿y si no? Tiene a otra que, desde luego, le hace olvidarse de mí, aunque sea por instantes…

+ Pues déjale, que se vaya con la otra, que haga con ella todo lo que soñaba hacer contigo. Luego, cuando lo dejen y se ponga a recordar lo bueno, se acordará de esos momentos, y se acordará de ti, y de que quizás, si hubiera elegido tu camino, las cosas no hubieran salido tal que así. Se sentirá solo.

- Pero yo no la conozco a ella, quizás le trate como se merece… Yo no puedo dárselo, más la vale a esa que le haga feliz, si no, cogeré y la...

+ ¿Y la qué, a ver? ¿Te piensas que vas a estar toda la vida “enamorada” de él? Ni de coña, vamos, ¡ni de coña! Tú vales más que un niño indeciso y cobarde. Te costará dar con la persona que te valore y que te de lo que necesites, dentro de todos los rangos, pero cuando por fin la encuentres, vuestro amor sí que será eterno, no un amor quinceañero en el que no sabes ni quién eres en ese momento.

- Es que… me dice que me quiere… bueno, se lo dice a las dos. A ella más, por supuesto, porque tiene miedo a perderla, lo que es entendible. Jo, es que yo daría mi vida por él, por tan solo verle…

+ En serio, sí, ¡eres mema perdida! ¡Abre ya los ojos, fíjate en lo que te está haciendo! Te está restregando por la cara que te estaba engañando. Él no se da cuenta aún, pero se engaña a sí mismo. Es imposible tener el corazón dividido, no hay parejas de tres, TRES SON MULTITUD. No pintas nada de nada ya en su vida. Vete, disfruta, conoce gente, sonríe, haz locuras… pero no te cuelgues de él. Sé que es difícil que lo veas ahora, por el rollo ese de estar “enamorada”, ¡ni siquiera le has visto!, pero está haciendo contigo lo que quiere porque sabe que puede, porque tú le dejas.

- ¿Sabes qué te digo? Que el tiempo lo dirá todo, y si he sido capaz de dejar el tabaco después de tres años, seré capaz de negarme a él cuando vuelva a buscarme.

- Bien por mí.



viernes, 4 de noviembre de 2011

Solo hacía falta que te expresaras así.

Qué difícil es decirte adiós si te he querido tanto, ¿cómo puedo explicarte sin hacerte daño que ya no siento lo mismo? Mis sentimientos han cambiado y aún te quiero y seré tu amigo, pero lo siento… ya no estoy enamorado. No me tengas rencor, por favor te lo pido, entiende que estar conmigo ya no tiene sentido y que no quiero ser lo que hasta ahora he sido. Solo recuerda los momentos bonitos que hemos vivido. Quizás sea el tiempo, quizás sea otro amor, entiende que el camino se separa entre tu y yo. ¿Crees que no me duele alejarte de mi vida, decirte que no quiero que seas mía? Gracias por todo lo que me hiciste sentir, fuiste todo para mí pero hoy quiero vivir sin ti. Y ya sé que esto esta mal, pero es peor quedarme sin amar. Comprende que estarás mejor sin mí, no me pidas otra oportunidad porque no te la podré dar. Es mi culpa, no la tuya, perdóname, por favor, sé que aunque lo sienta me guardarás rencor, pero estaré a tú lado sin ninguna condición. Intenta no llorar porque no vale la pena, encontrarás alguien mejor que te de lo que tu quieras. Aunque no lo creas, yo odio a mi corazón por no quererte como te querría yo. Perdón si te duele si te digo que te quiero pero no de la manera que tú quieres. Entiende que si no estoy contigo es porque sin mí estarías mejor, que no puedo sentir lo que un día sentí.

martes, 1 de noviembre de 2011

Vamos a contar sentimentiras.

No me voy a limitar a decirte que te extraño, a ti, a tus palabras, a tus miradas, a tus tonterías, a tu sonrisa, a todo lo que tiene que ver contigo… pero tampoco lo suficiente como para no continuar con mi vida tal y como me merezco. Te tuve por un momento, estando segura de que tú eras esa persona con la que quería compartir, si no es la vida entera, mucha parte de ella. Ya pasaron los días de nostalgia entre las cuatro paredes de mi cuarto recordándote en llanto a todas horas; he comenzado a olvidarte de una manera muy sencilla, que consiste en no nombrarte, en no querer saber de ti. Sí, tenías razón, esto es lo mejor para los dos, para mí te quedarás allí en donde te fuiste, ya no hay marcha atrás para que me demuestres que no eres un cobarde. Me dirijo a ti con la esperanza de que lo leas y con la finalidad de que sepas que me va bien. Es evidente que por una parte me da igual todo y volvería a ti como el primer día, sin rencores, con el mismo afecto, pero tonta soy una vez, no más. Sabías mi punto débil, mis peores prejuicios, y me mentiste, de una manera indirecta, pero lo hiciste. Pasaste de amarme a tan solo apreciarme, pasaste de querer ser todo para mí a querer ser un simple colega, pasaste de ser indiferente a restregarme por la cara que desde hacía ya un tiempo estabas actuando en falso. Que sí, que te quiero, que te necesito… pero no vuelvas, me va bien de verdad, y no estoy sola como yo pensaba.