Sé que he tardado mucho en escribir algo para ti, pero cada día lo hago en mi mente, describo cada detalle lo que me gustaría hacer contigo en ese mismo momento. Esto significa mucho para mí, tú significas la mayor parte de mis actos. Desde que no estás hay algo que me persigue, que me atrapa, que me deja sin respiración… se llama vacío. Por cierto, ¿Qué tal estás? ¿Le cuesta a tu corazón palpitar al igual que al mío? ¿Sigues teniendo las mismas aficiones? ¿Tus colores favoritos siguen siendo el azul y el negro? No han pasado años, pero meses desde que tengo la sensación de que ya no te importa lo que te diga. No me equivoco. Solo hubo una serie de obstáculos que transformaron lo que creamos en miles de preguntas sin respuesta, en mil porqués; los errores. De ellos se aprende, ¿sabes? Ya no tengo en la cabeza esas dudas de continuar o no. Sé que quiero seguir intentándolo, pero no puedo. ¿Querer es poder? ¿Que cómo sé que no puedo? Pues porque lo he intentado, para no sufrir. Soy idiota hahahahaha, ¡si sufro más sin no te tengo! Por favor, devuélveme aquello. Sé que no me creerás, pero te quiero como el primer día que te lo dije desde el corazón…
Me tuviste desde que dijiste hola. Te extraño tanto… te diría que moriría esta noche solo para poder llegar a ti, antes del que sol salga. Sé que las señales están, y yo siento esto también. Nuca he visto una sonrisa que pueda iluminar la habitación como la tuya, es simplemente radiante. Siento más con cada día que pasa. Miro el reloj para tener el ritmo correcto. Podría estar bien… ¿Podría estar bien si me llevo tu lejos tu respiración? Nada de esto parece importar cuando te deseo abrazar.
Y me estoy debilitando lejos, lejos de ti.
Y me estoy debilitando lejos, lejos de ti.
¿Qué ha pasado esta vez? Sé que me había jurado que nunca confiaría en alguien otra vez, y no lo hice.