martes, 26 de julio de 2011

Espejismos.

Hasta el día de hoy he conocido a muchos chicos, pero a muy pocos hombres; le he dicho “te quiero” a la misma persona que terminé odiando; y le dije “te amo” a la misma persona que aun estoy olvidando. Es que yo creo que no existe ese hombre para mí, y pienso que aunque ahora mismo él este en algún lugar de este mundo jamás le voy a encontrar, porque solo puedo verle cuando cierro los ojos. No sé si debo cambiar, porque sigo sin tener ni una pista tan sólo de ese hombre. Levanto la cabeza ante millones de tíos que ya no me dicen nada… tal vez la culpa sea mía por ser una observadora de lo que nadie mira: el amor, la fidelidad, el odio y la mentira. Me siento sola en esta vida de rencor y frialdad, en un mar de preguntas que buscan felicidad. Tal vez no volverá y se marchó sin avisar, o quizá me esta esperando llorando en el mas allá. Jamás supe de él, pero le conozco bien. Se que no se enfadaría y conmigo sería leal. Tiene mi sonrisa, y mi pasado también, porque hemos estado juntos, pero nunca fue real. Le seguiré buscando porque sé que él me llama y que aquí, en la tierra, hay una persona que le ama. Ningún chico me cree, dicen que es imposible el hecho de que me niegue a un hombre irresistible… todos se ríen cuando les digo lo que pienso, piensan que soy una más y que tan solo estoy mintiendo. Es triste tener que caminar con ese miedo a terminar en la esquina de la disco con sólo un rollo. No ven que para nada es lo que quiero, y por supuesto que prefiero la soledad a comerme todas las (piiiiiii). Puede ser que yo exija demasiado para lo que yo soy. Sólo quiero la mitad del dolor de todo lo que he llorado y no vivir preocupada de esa prisa por amar, quizá sólo la encuentre cuando deje de buscar. Ayer soñé con él y soñé que le besaba, pero cuando desperté noté que algo me faltaba. Hablo de esa persona que jamás podré mirar a los ojos, sólo la podré soñar...
Tal vez no exista ese hombre con el que yo soñé, no exista esa persona para compartir. Yo paso cada día por el cielo con la excusa de buscarte y así bajarte hasta aquí. Tal vez las cosas no funcionan como yo pensé, las rosas ya no sirven para convencer. Yo sigo siendo una niña enamorada de ese chico que he buscado y que jamás encontraré.


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