+ Tenemos que hablar, esto tiene que cambiar. No sé si soy yo el error, pero es que ya nada es igual. Ya no hay respeto, y sé que el nuestro es primordial. Dime, dime qué sientes, ¿es amor o cariño incondicional?
- No es amor incondicional, no. No sé qué me pasa, siento que pierdo el tiempo todo el día encerrada en casa. Sabes que te quiero, pero necesito espacio. Sola voy a mil por hora y tú me haces ir mas despacio.
+ Mi sensación es que estás cansada, bah. Dime tus motivos, no tiene sentido nada ya, y sé que temes hacerme daño, pero me lo estas haciendo mintiendo, y prefiero perderte que vivir este engaño.
- Mira, que ya son unos cuantos años para estas tonterías, para tus celos, tus manías. Lo siento si desconfías, será que el ladrón cree que todos son de su condición. Solo te digo que estoy harta de esta situación.
+ ¿Y tú qué? ¡Joder!, siempre crees que tienes la razón. Estoy harto de que tu puto orgullo gane al corazón. Si te equivocas, pues pides perdón, que no cuesta una mierda. Siempre tengo que medir mis palabras para que no te ofendas.
- ¿Sí? Pues mídelas ahora, porque tomo yo las riendas. No me vuelvas a hablar mal o no calmo mi reprimenda. Si tan cabrona soy, sabes donde esta la salida. ¿No crees que tus exs no buscan solo ser tus amigas?
+ Sé que crees que el primer amor nunca se olvida. Yo olvidé el primero y el segundo, el tercero es mi vida, o al menos eso creía. El tercero eres tú, pero nos está consumiendo la monotonía.
- Siempre haciéndome puta psicología, “o al menos eso creías”. Últimamente me haces sentir tan vacía… Y no hay día que no busque el método, el modo de superar esto, de hacerlo menos incómodo.
+ Te agobias por todo y siempre te he aguantado sin quejas. Tienes miedo, miedo de arrepentirte y, ¿por eso no me dejas? ¿Que quieres un tiempo? No esperaré a ver qué sientes, decídete ahora a estar conmigo o sin mí para siempre.
- No me des a elegir, tienes que ser más paciente, sabes que el fin de este cuento podría ser deprimente. Saldrás perdiendo, dolor interno, vivo en un invierno… No entiendo porque has dejado de ser tan tierno.
+ Creía que esto seria eterno, pero es un infierno, y tú eres tan fría… capaz de volver loco al mas cuerdo. No hay tía más borde que tú, tampoco más compleja, y en lo nuestro se refleja… Así que cambia esa actitud.
- El problema eres tú. Puede que yo sea insegura, pero sé seguro que eres inmaduro, y yo soy la que jura que esto va a acabar, que ya no puedo más y sigo aquí. Me pregunto día tras día qué esperas de mí.
+ De ti ya no espero nada. Confiar me cuesta, estoy cansado de que salgas con tus amigos de fiesta. Si eres la que juras, jura que me has sido fiel y sé sincera. Y dime, ¿quien es ese subnormal con el que tonteas?
- ¿Bromeas? Siento que cada vez que lo niego me rebajo. A veces pienso que es imposible caer mas bajo… ¿Para qué te callas las cosas si después las hechas en cara? Estoy agobiada, este agua no esta tan clara.
+ Si al menos te interesaras por mis cosas, si a veces me escucharas… Además, tú también eres celosa. Otra discusión que nada aporta. Vamos, déjame, venga, si tienes cojones corta.
- Cualquier palabra se hace corta. Ya no pones atención, porque mis lagrimas no importan. No quiero seguir discutiendo, hoy no, me arde el corazón, vivo en un laberinto y no encuentro la solución.
+ Es una relación de amor y odio. Ya he pasado antes por esto, y paso de vivir de nuevo este episodio, porque no me quedan fuerzas ni ganas como sabrás. Pase lo que pase, soy yo el que siempre te va detrás.
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