A ella le cuesta mucho pensar que puede haber personas como él en este mundo. Él aún no lo sabe bien, aunque algo sospecha, pero a ella le encanta desde que le conoció. Su pelo, sus manos, cuando suspira al sonreír, sus abrazos… Esa sonrisa que la hace soltar cuando la llama cosas que no la gustan, arriesgándose a que le mate (a besos), su confianza. Perfecto, por fuera y por dentro, de la cabeza a los pies. Con cada te quiero la va cerrando más la herida. Sabe que es real, pues le ha tocado, sabe que es genial, pues lo ha notado. No era tan difícil, vale, pero sigue habiendo obstáculos. Ella quiere pararse a pensar en ellos, quiere desconfiar de él para no volver a caer, quiere pensar un tiempo si arriesgarse por él o no, pues ha pasado muy poco tiempo desde aquello para estar segura de sentir de verdad. Simplemente tiene miedo, miedo a que él cambie de idea a su antojo, a que esto, que a momentos la hace tan feliz, termine en un adiós con todas las letras. Quiere creer en él, pensar que estaría dispuesto a dar todo lo que ella daría, pero no puede por el momento. A ella la han utilizado, a ella la han roto el corazón en pedazos.
La realidad es que ella, aún con esas, se dejaría llevar por él, porque nada más tocarle sintió el cosquilleo. Sigue sin importarle todo eso que jodió sus anteriores relaciones, sigue pensando que el amor es una mierda, pero solo si no es correspondido, sigue teniendo muchas ganas de dar y recibir todo el cariño que le falta y que le sobra. Sigue siendo ella misma, la de siempre, pero más decidida, menos inocente.
Esta vez no me dejaré engañar por mis sentidos, a veces engañan a la realidad.
Ella sigue olvidándose de que su mundo es cambio, ella sigue obviando que antes de ganar de verdad quedan muchas derrota que sufrir, ella sigue sin saber disfrutar si se sabe el final...
ResponderEliminarElla aprenderá a disfrutar lo maravilloso de lo efímero y el placer de un buen recuerdo, entonces ella será feliz.