Tenerte fue poner una foto tuya en mi cartera, un beso y verte haciéndote pequeño por la vía. Lo tuyo fue la intermitencia y la melancolía, lo mío fue aceptarlo todo porque te quería. Verte llegar fue luz, verte partir un blues… De más está decir que sobra decir tantas cosas. O aprendes a querer la espina o no aceptes rosas. Jamás te dije una mentira o te inventé un chantaje, las nubes grises también forman parte de paisaje. La luz de neón del barrio sabe que estoy tan cansada, me ha visto caminar descalza por la madrugada. Estoy en medio de lo que soy y de lo que tú quisieras, queriendo despertar pensando como no quisiera. Y no me veas así, si hubo un culpable aquí…Fuiste tú.
Que fácil fue tocar el cielo la primera vez, cuando los besos fueron el motor de arranque que encendió la luz que hoy se desaparece… Así se disfraza el amor para su conveniencia, aceptando todo sin hacer preguntas, y dejando al tiempo la estocada a muerte. Nada más que decir, sólo queda insistir…
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