viernes, 17 de junio de 2011
Quiéreme si te atreves.
-La tristeza nunca terminará.
+Y eso... ¿a qué viene?
-Nada, pensé en ti y llegué a esa conclusión.
+¿Tú pensando en mí? No me lo creo.
-¿Qué tiene eso de raro?
+Mucho, pensé que ya nada de nada....
-Bueno, si es lo que quieres...
+No, sabes que no es lo que quiero, pero si es lo que tú quieres...
- Ah, no, no... ¡no me plagies!
+Eres un verdadero tirano, ¿sabes? Antes me costaba estar enfadada contigo, pero me he dado cuenta que esto no es nada más que un juego.
-¿Eso quiere decir que adiós?
+No, eso quiere decir que yo lo doy todo por ti, ¿y qué recibo a cambio? Sabes de sobra que lucharía, pero tú has dicho que lo nuestro es imposible y que las ganas, la esperanza y la ilusión se han esfumado. ¿Por qué quieres que siga?
-No pongas en mi boca palabras yo no he dicho. Yo haré lo que tú me digas, si quieres me quedo y, si no, me voy. Pero solo recuerda...
+Quiero que te quedes, pero no para hacerme daño. No puedo estar así por alguien que no siente lo mismo que yo, que yo estoy enamorada, joder. No recordaré porque nunca olvidé.
-Sí siente lo mismo que tú...
+¿Amor? Lo dudo.
-¿Lo dudas? Es lo que tiene no vernos.
+Claro que lo dudo, desde el primer momento yo te he dejado claro mis sentimientos y te he ragalado mi confianza, en cambio tú me has hecho dudar mil veces al no decirme un siemple te quiero.
-¿Al principio también lo dudabas? Yo ya te lo he dicho alguna vez, creo que ya lo deberías saber, además soy más de decirlo a la cara. Mi confianza es algo que casi nadie tiene... Pero bueno, nuestro amor es y será siempre ciego.
+¿Y yo soy nadie, o qué? Yo ya tengo claro todo...
-¿El qué?
+Que te quiero.
-Entonces no me dejes nunca.
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