Deja de sufrir, empieza a soñar, si el teléfono no suena es porque nadie va a llamarte ya. La verdad no duele más que la mentira, lo que duele es que la sepas y que nadie te la diga. Así que arriba, nadie va a luchar por lo que quieres, tienes que tener presente que tú eres lo que haces. Sí que siempre, siempre hay un motivo para caer; y que caer es tan humano como levantarse otra vez. ¡Ven! Sueña que consigues ser quien quieres ser, sueña que la meta está más cerca si te entregas cien por cien. Si tú crees en ella, lánzate al vacío, siente el cosquilleo por tu cuerpo y toca las estrellas.
¿Cuántas veces dejé de soñar?, ¿cuántas me perdí?, ¿cuántas veces tuve algo y no lo vi? Y aún puedo decir que el tren no pasa una vez, que no te mientan, si tú quieres cogerlo pasa en frente de la puerta. Deja tus problemas, sal y sé tú mismo. Cuando se impongan no te escondas, dí que no, porque tú tienes un sueño que cumplir a partir de hoy.
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