jueves, 4 de agosto de 2011

Miedo.

Todo se va como el reloj que cada día te recuerda, todo el tiempo que me queda y el que he derrochado. Todo se va como las ganas que te tenia hace unos días, y la derrota que siento cuando ya no siento nada. La vida es breve, como estas reflexiones… en la vida una sabe lo que tiene que decir y lo que no debe. Mi vida es tratar de sentirme bien por el momento, porque sé que ser feliz eternamente no se puede. Hay rachas, épocas duraderas y duras (el dinero sana, aunque mi tristeza no tiene cura). Cada vez todo se esfuma más deprisa, nadie avisa; cada vez se hace más grande ese zapato que nos pisa. El dolor no sé si es lo que duele o lo que siento cuando pienso que nada puede ir peor. Cada día es más difícil de afrontar, así que si dejo de luchar, moriré por ser mortal. Yo sé que no importa el “por qué”, ni si quiera el lugar, lo que importa esta aquí adentro, lo de afuera me da igual. 16 años de edad ya, no es demasiado, pero todo cuanto sé, te aseguro que es verdad. Prefiero la fantasía, es tan cruel la realidad… como la enorme nostalgia que siento por Navidad. Sigo creciendo mientras que pasa el tiempo y, cuanto más crezco y conozco, creo que menos entiendo. Ayer sabía menos que hoy, pero ayer estaba más contenta. Supongo que es tarde, así que ya de nada me arrepiento. Ya no es que mi chico me deje, es que mi chico no existe… sigo acordándome de ti todos los días, y no es que me sienta sola, ¡qué bah!, es que me siento triste. ¿Cómo escribir algo que hable de amor? ¡dime!, si cada relación que tuve me fue de mal en peor, si no me entiendo ya con ni mi hada ni con nadie. Puedes pasar un millón de momentos agradables, ¿sabes? Toda una vida feliz junto a él. Solo basta con que haya un solo segundo incómodo para pensar que no vale de nada todo lo que ha pasado, y me jode, pero así es. ¿Qué se supone que tengo que hacer: pensar o decir?, si naces para crecer y aprendes para sufrir...


Tengo miedo a depender de otra persona, porque pienso que no es como yo pensaba, no hay más miedo que el que se siente cuando no sientes nada… Tengo miedo de salir harta y cansada, de que mi única ambición sea regresar al pasado. Tengo miedo, lo juro.

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