martes, 23 de agosto de 2011

Solo se trata de prosperar.

Y ya tan sólo me queda luchar, no por supervivencia, si no por orgullo. Las cosas que se van ya no vuelven, siempre se pierden entre murmullos. La vida es triste... y sin embargo sonrío. A mí me enseñaron a combatir, anular y derrotar la tristeza desde que era una cría. Soy agradecida, aunque me muestro algo fría. Yo sé que me cuesta sacar de dentro todo lo mío, hace tiempo que cayó al vacío... ¿Será por amor? ¿Será por amar? ¿Tal vez por amarte? Será que tengo que enamorarme hasta morir por ti, y aún así acabaré por odiarte. Porque así son las cosas de esta vida y porque así funcionan... Lo que nos dice la cabeza más tarde el corazón lo traiciona. Y voy buscando un porqué y la única respuesta es una pregunta. Envié al cielo un socorro y me devolvió todas mis plegarias juntas. Mi musa... se marchó un día y desde entonces no sé de ella. Te juro que prefiero la soledad antes que sufrir por el chico más guapo. No caeré al olvido ebrio entre el licor de las botellas. Todos los sueños yacen rotos en el fondo de las estrellas. 


Sé valorar el tiempo, el llanto, los "te quiero"... Esto no se paga con euros ¿entiendes? Basta con un beso. Sé que me equivoco bastante, pero a veces es fundamental para rectificar y seguir adelante. Es más importante respetar que la soberbia de cuando estás solo. Yo no quiero pedirte nada ¿sabes? Tan sólo quiero dártelo todo. Yo caminé sola en el ayer y nunca necesité compañía, un buen amigo, el mejor padre… es lo que tengo y más quiero. Ya no me ciego por un cielo en el que antes creía, un amor sincero al que no veía



Ha pasado ya media vida y no encuentro salida, la puerta se cierra y tú por mi intimidas. No soy inmortal, no lo puedo evitar, si dejé de reír para echarme a llorar...; Siempre tuve motivos, latidos, heridas, recuerdos partidos y un beso al olvido; el sentido se fue con el viento impartido en el llanto sufrido por un ser querido; todo se largó, se marchó, se acabó… terminó la maldita esperanza, y yo aquí sin ti, sin mí, sintiendo el frío sobre la tardanza; el pasado volvió y se llevó mi futuro, después se escondió y no estuve segura. La felicidad y la realidad en un mismo barco que jamás partirá. 


Tan sólo soy las piedras del camino, esas que tuercen mis tobillos, las mismas que discrimino. No existe ningún regalo mas grande que el mañana, no pienso rendirme, ahora toca salir de la cama. Yo te demostraré que el fuego no siempre quema, si yo aprendí a sonreír es porque ya sentí las penas. Jamás dejes tu alma en manos de un desgraciado, tal vez se pierda en el tiempo y quede presa en el pasado.


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